Un llamado de Dios

Etiopía

Hola queridos amigos, mi nombre es Michael Rathje, soy de Alemania, tengo 33 años, soy carpintero de profesión, pero actualmente me dedico a trabajar para Dios.

Hace un tiempo estaba haciendo un viaje de “mochilero”, llegué a Bolivia y allí conocí al Señor por lo que decidí bautizarme, después de eso entendí que Dios ya tenía un plan especial para mi vida desde hace mucho tiempo porque durante mi Estancia en Bolivia Tuve la oportunidad de hacer una pasantía como Médico Misionero en la Fundación Orión, también conocida como Instituto Quebrada León. Estuve allí durante 6 años como estudiante y luego como voluntario. También serví como voluntario en otros países de Centro y Sudamérica. En el año 2020 Dios me llamó para ir a Etiopía en África y actualmente estoy aquí.

Llegué a África con la ayuda de unos donantes que empezaron a apoyar a la Iglesia Adventista en un lugar lejos de Etiopía ya través del Servicio de Voluntariado Adventista pudimos hacer contacto con la Iglesia y la Unión en este país. Después de un tiempo nos ayudaron con el trámite de la visa para poder quedarnos aquí y no fue muy fácil pero gracias a Dios lo logramos y ahora estoy aquí.

Los desafíos más grandes que enfrentamos fueron la cultura, la pobreza, ver las condiciones de vida que tienen los hermanos aquí, por no decir que falta todo, pero tienen mucha necesidad. Su necesidad es tanto física como espiritual.
Tuvimos que pasar situaciones de guerra en este país, enfermedades principalmente malaria y tifus, tuvimos enfrentamientos violentos con la población local, claro que fue obra del enemigo pero a pesar de todas estas situaciones pude enseñar sobre la salud, el evangelio , con los hermanos aquí pudimos hacer varias clases bíblicas y proféticas, también clases de preparación al matrimonio, porque en esta parte de África en cuanto al matrimonio tienen costumbres muy fuertes y no hay tantos cristianos, en fin tienen muy costumbres depravadas que causan mucho sufrimiento y pobreza.

Quiero compartir con ustedes un versículo que se encuentra en 2 Corintios, capítulo 4, versículo 7 en adelante, que dice: “Pero tenemos este tesoro en una vasija de barro, para que la excelencia del poder venga de Dios y no de nosotros. Que en todo estemos afligidos, pero no angustiados, atribulados, pero no desesperados, perseguidos, pero no desamparados, derribados, pero no destruidos, llevando siempre la muerte de Jesús por todas partes en nuestro cuerpo, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros, porque vivimos y siempre estamos entregados a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal".

Que Dios te bendiga hoy y siempre, que le des lo mejor a Dios en estos últimos tiempos.