la proteccion de dios

Kazajstán

¡Hola! Mi nombre es Lily Aguayo, soy chilena y actualmente vivo en México. Cuando estaba casi terminando la carrera, conocí el Servicio de Voluntariado Adventista gracias a la Universidad Adventista de Chile. Estudié para ser maestra de primaria y durante ese tiempo pude prepararme en la Escuela de Misión y también participé en algunos proyectos de voluntariado como un Viaje Misionero en Perú que confirmó el deseo de mi corazón de continuar sirviendo a Dios a través de la Misión.

Cuando me gradué de la universidad, pude participar en un proyecto de un año en Ecuador como maestra de 5to grado, y aunque hablamos el mismo idioma en ese país, pasé por un proceso de adaptación conociendo la cultura, la gente. , poder trabajar con los niños y sus familias y compartir el amor de Dios. En Ecuador conocí a otro chileno que ahora es amigo mío, y tiempo después participamos en un I Will Go juntos. Dejamos nuestros planes en manos de Dios y en 2017 recibimos un llamado para servir juntos en Kazajstán. Allí trabajé con niños dando clases de piano, inglés y español. Durante ese tiempo, pude ver la mano protectora de Dios en todo momento. Incluso sin hablar el idioma local, pudimos conocer gente hermosa. Poco a poco logramos hablar de Jesús y vieron algo diferente en nosotros.

Trabajar con niños te permite acercarte a los padres de una manera diferente porque están receptivos a poder escuchar lo que tienes que decir. Están muy felices de poder encontrar un Dios lleno de amor y perdón que los acompañará en cada momento.

Sirviendo en Asia Central, conocí al que ahora es mi esposo, y hoy ambos trabajamos para la Iglesia Adventista en Chiapas, México. Estamos muy contentos de seguir sirviendo, de seguir compartiendo la hermosa misión y también, cuando es posible, ayudamos a algunos jóvenes interesados en ser parte del Servicio de Voluntariado.

La misión te ayuda a perfeccionar tus habilidades, descubrir cosas que no sabías que tenías, habilidades laborales, habilidades lingüísticas, habilidades sociales, incluso habilidades para predicar. Estás sacando lo mejor de ti mismo, pero aún así, es poco lo que puedes entregar con todo lo que vas a recibir.

Aprender nuevos idiomas, conocer gente increíble, poder disfrutar de los hermosos paisajes que Dios creó en esta Tierra y muchas cosas más, es una experiencia de la que te garantizo que no te arrepentirás.

Dios ha sido muy bueno conmigo y aunque paso mucho tiempo fuera de casa, sentimos su protección y cuidado en todo momento.