Servicio Voluntario Adventista

Servicio Voluntario Adventista

Nuestras Redes Sociales

La historia de Gabriel

Australia

Quando tuve el título de graduación en mi mano, sabía que vendrían grandes desafíos. Pero me sentía realizado. Después de todo, estaba cumpliendo uno de los dos grandes objetivos de mi vida: ser licenciado en Psicología.

Pasada la emoción de la graduación, vino la responsabilidad de dar el próximo paso. Sin embargo, en cada intento, sentía que fallaba. Toda esa alegría se volvió un vacío, pues era como si no fuese eso lo que Dios quería de mí.

Cierto día, volviendo a casa en ómnibus, sentí a Dios llamándome a ser nuevamente un misionero en otro país; yo ya había servido en un programa de seis meses en Uruguay. La voz sonaba muy fuerte en mi cabeza, y no tenía cómo negar que era el Espíritu Santo. Con el corazón apretado, llegué a casa y prendí el ordenador para inscribirme en el SVA. Pero no terminé de registrarme, pues insistía en luchar con Dios para quedarme. Aun así, la sensación de estar yendo contra la voluntad de Dios al querer quedarme en mi ciudad me angustiaba mucho.

En esa ocasión, me estaba preparando para un gran campamento de jóvenes de la iglesia. Entonces, decidí que era hora de tener mi respuesta definitiva sobre el tema, y estaba dispuesto a aceptar cualquiera fuese la dirección por la que Dios quisiera llevarme. Oré pidiéndole que me enviase una señal durante el campa¬mento y fui a ese gran evento, no solo para participar, sino también para buscar mi llamado del cielo.

El pastor Gary Blanchard, director mundial de los jóvenes adventistas, hizo una linda reflexión sobre el llamado de Dios para cada uno de nosotros y resaltó que Él invita a muchos para ir a tierras lejanas. En aquel exacto momento, no me quedaron más dudas, pues, a pesar de que allí había miles de personas, parecía que el mensaje era directamente para mí.

Hoy, estoy en un pequeño Estado de Australia llamado Tasmania. Hay muchos desafíos pero, en cada uno de ellos, veo la mano de Dios guiándome. Cuando Él llama, no te abandona jamás.

Tal vez este mensaje sea para usted, que está enfrentando una lucha interna, así como me sucedió a mi, para aceptar el lla¬mado de Dios. Quiero animarlo a buscar a Dios cada vez más, y, seguramente, Él te dará fuerzas para enfrentar cualquier cosa. Él lo usará poderosamente para la salvación de otros y para la suya, pues Él mismo dice: “Antes que te formara en el vientre, te conocí, y antes que nacieras, te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5).

João Gabriel Colins, Brasileño, Unión Brasileña del Norte.

Comentarios

  • ricardo serra
    4 de noviembre de 2022 a 21:52

    Soy testigo de que constantemente remueve y mueve en mí el deseo de una misión.
    Felicidades Grabriel por la acción misionera, donde somos transformados por la idea de Dios.

Añadir un comentario
es_ESSpanish